Inocencia

septiembre 2, 2008


 

 

Me desperté pensando en la inocencia que muere. Dicen por ahí que la ignorancia es una bendición. La inocencia es la bendición, la ignorancia es motivo de vergüenza. La inocencia es bellísima mientras se mantiene intacta. No que tenga deseos de ser alguna monja persignada, muy pulcra y llena de castidad e inocencia, pero, veo a los niños y les envidio esa facilidad para maravillarse.

         Sofía, de dos años, va al kinder, maternal. Dice que va a la ‘fiesta’ por que ve a los otros ñiños. Me siento a pensar, qué maravilla es eso. El ser inocente, y ver cada día como una fiesta, con niños y juegos y crayones. Esa inocencia envidiable, esa facilidad de ser sorprendida. 

            Mientras más crecemos más difícil es ser feliz. Tengo una tendencia a querer ocultar mi sonrisa de las personas, en especial cuando me atraen. Pienso en que sí me ven la cara de niña feliz se alejarán. Se supone que tenemos que buscar ser felices, pero cuando lo somos no mostrarlo. Por lo menos así se siente de repente. Siento la presión de ser inteligente, de mostrar esa inteligencia y ese intelecto, y no hay lugar para sonrisitas.

           La inocencia se eleva y voltea a verte desde arriba, haciéndote pensar… ¿qué es de mi ahora que todo cambió? Como dice Sabines, ‘tenemos miedo de saber demasiado’… yo digo que tenemos miedo a ser felices, por eso sobreanalizamos todo, por eso la inocencia muere.

         Quiero volver atrás y pensar en mi inocencia muerta y decir, ‘sigo siendo una ingenua, inocente.. pero feliz’ y sonreír y reír hasta que me duela el estómago, como antes, como contigo. 

mp3:
Terrible Angels – CocoRosie  
Such Great Heights – The Postal Service